En este libro, Martín Cornell, maestro rural y poeta -quien ha dejado
los bullicios urbanos para adentrarse al silencio del monte misionero-,
nos relata su experiencia de vida como educador en y para “Las
Primaveras”.
El contenido de sus páginas es simple y profundo a la vez. Cada una de
sus líneas penetra en la esencia misma de la realidad educativa
misionera -cuando de educación rural se trata-. Al leerlo,
indefectiblemente, sus palabras cobran vida y nos transportan hacia
aquel contexto, “en los confines de nuestro país, donde el portugués y
el castellano se funden en un mismo idioma”. Allí donde la educación
formal lentamente va abriendo picadas para acercar -no imponer- nuevos
sentidos y ofrecer alternativas diversas de la mano de la educación
informal, “reconociendo la dignidad y las potencialidades del otro”.
El autor nos invita a recorrer en sus páginas “una forma particular de
trabajo pedagógico”, fruto de la experiencia desarrollada a lo largo de
dos años y medio de trabajo en una escuelita construida por los padres y
vecinos.
Comienza su trabajo describiendo minuciosamente el contexto del que
provienen los niños / alumnos; hecho que se relaciona con la dimensión
socio-económica y cultural que influye y muchas veces determina la
deserción escolar y la repitencia (dos aspectos analizados con la
seriedad que ameritan).
Pasa luego a contarnos la historia de su escuelita, a la que llegó un
día “con la mochila al hombro y un puñado de sueños”, tratando de hallar
su “propia huella”. Así, conocemos el proceso de construcción de la
misma, los docentes que allí ejercieron y ejercen, las secciones y la
matrícula actual y, los emprendimientos realizados (Encuentros
Culturales, Circo Criollo, Cine Comunitario, Cooperativa Agroecológica
Escolar, etc.). Emprendimientos logrados a base de un “trabajo de
hormigas”, con mucho sacrificio y perseverancia… “lucha dura, llena de
sinsabores, donde la soledad y la angustia me estrangularon muchas veces
la garganta…”
Soledad y angustia. Una combinación perfecta para refugiarse en la pluma
y el papel y dar a luz a innumerables versos. Versos que se
convirtieron en cómplices silenciosos de largas noches en vela tratando,
por un lado, de develar los misterios mezquinos de ciertos discursos en
torno a la educación y, por otro, rescatar y enaltecer la dignidad de
la clase obrera. Versos estos, que conforman la segunda parte de este
libro.
“Trabajando, pensando y repensando, buscando la mejor forma de terminar
con tantas injusticias(…) recuperando el lugar de la imaginación y la
creatividad…” es como surgieron una serie de propuestas o proyectos
educativos que tan gentilmente el autor comparte con sus lectores:
proyectos pedagógicos (áulicos e institucionales, desde un abordaje
interdisciplinario), infraestructurales y socio-culturales. Proyectos
que funcionan como “herramientas teórico-prácticas que permiten brindar a
los niños una verdadera educación”.
Aún queda mucho por decir, pero dejo las posibles opiniones en manos del
lector, quien -estoy completamente segura- sabrá apreciar la
experiencia pedagógica transcripta, que más que experiencia pedagógica,
es una experiencia de vida. Vida que se resume en estas palabras: “Aquí
estamos… diciendo presente día a día. Vestidos con un delantal blanco
-el único, digno de sus zurcidas-, armados de cuadernos y de tizas… y
caricias, buscando llevar un poco de esperanza, de palabras simples que
muestran cosas nuevas, que enseñan sencillamente, para que puedan ser
aprendidas y aprehendidas”.
Para concluir: así como el autor reconoce, respeta y valora las
“lecciones y ejemplos de trabajo” del Maestro Ervin, del mismo modo,
reconozco, respeto y valoro la labor pedagógica y humana del Maestro
Rural y Poeta, Martín Cornell.
Agradezco a Dios y a la vida por haberme dado la posibilidad de conocer a
Martín y compartir personalmente parte de su rica experiencia como
profesional de la educación en contextos rurales.
Lidia Schöninger, junio del 2009
Escuela Asociada a la Red PEA (Red del Plan de Escuelas Asociadas a la UNESCO). El Proyecto Pedagógico-Comunitario "Educación para las Primaveras" excede ampliamente los límites de la formalidad escolar para erguirse como un Programa Integral en el cual el arte, la producción orgánica, la educación ambiental, el cooperativismo, la cultura del trabajo y otros valores son parte del aprendizaje diario.
Frente de la Escuela Rural "Educación para las Primaveras".
van a estar en la feria del libro de cordoba este año?
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